domingo, 28 de mayo de 2023

That the nights were mainly made to saying things that you can't say tomorrow day

 A raíz de todo, me desconecte completamente de aquella parte que siente y solo quedó un completo vacío en mi pecho y un sentimiento de soledad increible. Todas aquellas cosas que sucedieron en mi corazón los enterré muy adentro donde no tuviera que pensar en ellas. Sin embargo, ellas siguen robando todo el calor de lo que quedaba en mi. Hoy quiero que se desborden. Hoy quiero sentirlas profundamente y que necesiten salir para poder dejarlas ir en el viento y no volver a pensar en ellas, no porque las ignore sino porque ya podrán seguir su camino, como tú. 
Aún sigo pensando en ti. Aún sigo pensando en lo que me llevó a ti. No puedo negar que eres hermosa. Hermosa no de una manera exclusivamente física sino que eres una persona increíble. Nunca alguien había llenado tanto un lugar así esté en silencio. Nunca una risa me parecerá más icónica. Hace demasiado tiempo no quería apretar a alguien tan cerca de mi pecho y no dejarla ir. No por mí sino para protegerla de todo mal. Para no verla llorar si no es de felicidad.
Desde un tiempo para acá, he encontrado un lugar especial en mi soledad. No algo completamente cómodo pero un lugar seguro que compartía con esa persona que no se iría independiente de todo: yo mismo. Me encantó descubrir ese lugar donde nada malo pasaría ni tuviera que pretender una sonrisa o fingir que estaba feliz. Donde pudiera reírme y descubrir a mi ritmo. No obstante, al conocerte, sentí que quería compartir mi soledad contigo. Que quería mostrarte todo lo bonito que había descubierto y que, estando junto a ti, estaba feliz y podía sentirme como cuando estaba solo, pero a tu lado. ¿Hace sentido? hacías parte de esa comodidad impoluta, y sentía que estando los dos, lo demás se difuminaba y podíamos estar solos juntos. Que si te veía en tu soledad, podía acercarme un poco y compartir ese momento privado pero donde pudiera sentir tu calor. 

Quise hacerte saber eso, acercarme y demostrar lo que estaba ahí, y por un momento lo creí posible. Creí posible lo que no podía ser. Y eso me hizo subir mucho y levantar las barreras que tenía desde hace mucho tiempo. Y justo cuando pensé todo se había ido al caño por mí, sonreí porque pude disfrutar de nuevo de algo que sentí perdido.

Pero luego todo volvió a la realidad. 
Lo imposible se hizo otra vez sentir, y el frío en el pecho volvió. Y me hiciste una falta inmensa. Me había acostumbrado tanto a ti que al irte, ya había otro vacío dentro de mí. La pieza que dejaste. Tus risas. Tus cigarros. Tus ojos cerrados. Todo se había ido. Y ahora soledad. Pero no la soledad cómoda. Soledad oscura y asfixiante. 
Desde ese momento, todo se rompió y nunca pude volver a salvar aquello lindo que me atraía a ti. Quedó una conexión amorfa e instigante que no puedo evadir. Así quiera volver a ti, aquella fuerza me repelé. Invisible e inocua pero gigante. 
Posiblemente jamás te haga saber esto y de mi boca no salga una sola palabra de esto, puesto que no hay necesidad de alimentar algo que nunca fue. 
Aún haces falta y aún te quiero, pero debo soltar para seguir.