jueves, 26 de julio de 2012

Lipstick Lullabies: La historia completa.

Muchachos, muchas gracias por todo su apoyó y ayuda para lograr terminar este mini proyecto. Nunca pensaría que llegaría tan lejos con esto, pero llegamos a las 114 visitas. Para ser una cosa que saque de la manga, sube mucho la moral que tantas personas lo hallan visto. Vuelvo a decir, muchas gracias. Me demore casi un mes en esto, noches pensando que iba a hacer después pero igualmente saque adelante esto. Aquí se termina esto que es Lipstick Lullabies como historia, pero el Blog seguirá. De vez en cuando pondré cuentos aleatorios o creare otra mini serie. Aquí les dejo la historia completa en Links para que los visiten por orden, si le pueden sugerir el Blog a alguien, estaré eternamente agradecido. Sin más demora: Lipstick Lullabies!

-Capitulo 1: El día......
-Capitulo 2: Recuerdos.
-Capitulo 3: La fiesta.
-Capitulo 4: Y la mañana siguiente....
-Capitulo 5: Resoluciones.

Hasta muy pronto amigos......

miércoles, 25 de julio de 2012

Lipstick Lullabies-Capitulo 5- Resoluciones

Me sentía pesado. Cada paso era una carga para mi alma atormentada. Cada paso me acercaba a un destino que me negaba a admitir. Era sábado, tal vez viernes. Lo suponía por que al salir de mi casa escuche fiestas y cosas por el estilo. Era de noche y llovía ligeramente. Toda la calla se veía desolada e inhabitada. No se veía a nadie más por esa calle. Seguí caminando, acompañado únicamente del sonido de mis pasos y de las gotas que caían al pavimento. Después de todo lo que había ocurrido, después de las que cagadas que había hecho, después de un fin de semana muy largo, por fin llegue a mi destino: El apartamento de Laura.
Tenía la llave de la mencionada (Tal como ella tenía la de mi apartamento)  Estaba completamente empapado.Tome una toalla que había en el baño cerca a la puerta. Me émpeze a secar.
-¿Lau?¿Lau? ¿Estas aquí?-Decía mientas me secaba y entraba a la silenciosa casa.
Todo estaba en su lugar, menos las cosas de valor, cosa que me parecía raro. También las puertas estaban cerradas con llave. La tormenta aumentaba a cada paso que daba.
-¿Laura? ¿Estas por aquí?-Dije un poco asustado, no por que temiera que la hubieran robado o algo así, si no por que posiblemente estuviera afuera en la lluvia.
Me dirijo a su cuarto. Casualmente era la única habitación con la puerta abierta. Las cosas de valor ya no estaban, solo había una nota encima de la cama. Me acerque rápido a la nota que había encima de la cama, era en una hoja de Bloc ordinaria y vieja.

"Nunca quise que esto ocurriera. Sabía que podía pasar. No se como paso el tiempo no que haría si llegaba.
Lo siento en serio si me metí en profundamente en tu vida. No medí los alcances de lo que podría afectar . Lo que sucede es que... No me sentía segura con esto. Al principio solo eras cosa de una noche, un simple desquite de  la ira que sentía .... Pero algo me atrajo de ti, algo especial que sentí por ti y vi más que un simple juguete, te vi más como un refugio de lo que sentía y trataba de ocultar , de el dolor que sentía por Diego, por nuestro rompimiento.
Te escribo esto por que me he dado cuenta que no puedo vivir sin el. He decido darnos una oportunidad y acabar con nuestra mentira. Si aún me quieres y quieres que sea feliz, olvidame, sácame de tu vida y deja tu llave en la mesa, solo por el bien de los dos. Hasta nunca.
-Laura."
No sabía como actuar, no sabía cual sería mi siguiente movimiento. Jaque Mate. Recordaba la carga emocional de los últimos días y me sentía como un estúpido, solo por sufrir tanto y al final saber que ni le importaba a ella. Me sentía peor por mi ingenuidad. por mi ceguera, por todas las cosas que de un momento a otro se fueron a la basura.  Me derrumbe en el suelo sobre mi rodillas- No llore, no acostumbraba a llorar por tristeza. Me levante de allí, sabía que no podría durar toda la vida en ese lugar. Deje mi llave en la mesa y abandone ese lugar para nunca más volver. Camine en la lluvia a paso lento y silencioso.
Dos días más tarde, Andrea fue a visitarme. Ella no tenía ni idea de lo que había sucedido. En ese momento era la cumbre de mi desolación. Todo estaba destruido, junto conmigo. Todo era un asco, en el suelo, alcohol y fotos: Algunas mostrando facetas de emociones que sentía. Se quedo esa noche, bebimos hasta altas horas. Al día siguiente, desperté por la tarde, pero ella no estaba. Desde ese día no la he vuelto a ver.....


Corría a la mayor velocidad que podía llegar. La ciudad le importaba un carajo lo que yo hacía. Estaba tarde y atrasado. Eran casi las cinco y media, o eso podía suponer por el cielo. Llegue al edificio en el centro de la ciudad, subía las escaleras lo más rápido que pude, hasta llegar a mi destino: La terraza.  Al final llegue. Estaba haciendo frío, típico a esa hora. La vía allí parada. Su pelo color rojo se movía suavemente al ritmo del viento del atardecer. Tenía un saco negro y unos pantalones del mismo color. El sol moría lentamente, mientras terminaba de desangrar al cielo con el. Me acerque a ella lo suficiente para que detectara mi presencia. 
-Llegas tarde, pero no tanto para perderte el espectáculo- Lo dijo mientras se sentaba en el borde del techo.
-Lo siento. Casi lo olvido. Estos días he estado muy distraído-Dije mientas tomaba mi puesto al lado de ella.
-¿Y ahora que?-Dijo ella posando su cabeza en mi pecho, sin quitar su mirada del crepúsculo.
-Ser felices. 
Esboce un sonrisa mientra abrazaba a Andrea, esperando que el sol diera sus últimos suspiros para dar paso a la implacable noche......
-Fin-

jueves, 19 de julio de 2012

Lipstick Lullabies-Capitulo 4- Y la mañana siguiente......

El desespero era cada vez más claro. No sabía que hacer. Me sentía horrible, una persona sin escrúpulos, una basura humana que no merecía perdón. Carajo, todo estaba mal.
A los primeros rayos de esa mañana de Noviembre, no sabía donde estaba ni que había pasado ayer. Tenía un gran dolor de cabeza. Desperté al lado de una chica. No la recordaba, tal vez estuve con ella la noche anterior. Me levante con sumo cuidado para no molestarla. Toda el lugar era un desastre. Al parecer hubo una fiesta en aquella casa. Vi el jarrón especial de Nicolas destruido en el suelo. Al parecer era la casa de el.   Salí de allí todavía confundido y mareado. Caí al suelo por el mareo; Y como una ola que te atropella y te lanza contra la orilla de una forma violenta y sin compasión, los recuerdos me abofetearon y me devolvieron a la cruda realidad:
Era la fiesta de Nicolas. Había peleado con Laura. Me sentía mal. Conocí Andrea. La bese. Engañe a Laura. Mierda.
-¿Estas bien?-Me dijo una voz en medio de mi recuerdo.
Me ayudo a levantar y yo quedar en rodillas. Levante la mirada para ver quien era. Era Nicolas.
-¿Que carajos pensabas al salir así?-Me dijo de una forma colérica, pero se notaba que lo hacía por mi bien.
No sabía que hacer. Que decir. Simplemente me sentía mal. No solo por la fiesta, si no por el hecho de el mal que había hecho. Me levante con ayuda de el. El era una persona que no se le puede llamar musculosa, si no........ "Ancho". El era un poco más pequeño de estatura que yo. Me apoye en su hombro. Me presto sus gafas oscuras para disimular mi estado. El se veía de buena manera. No se veía vuelto mierda. Era muy resistente al alcohol.
-¿Me podrías llevar al apartamento?-Fue lo único que se me ocurrió.
No se que paso en después de eso. Dormí todo el trayecto a casa. Desperté en mi sofá. Eran las 7 de la noche. Había dormido mucho. Al parecer Nicolas me había entrado y acostado en el sofá. No lo he vuelto a ver de ese día.
Ya no tenía el mismo dolor de cabeza. Era menor ahora. Seguía sintiéndome mal por lo demás. Me sentía culpable por todo. No sabía que hacer ahora, si contarle a Laura o no, que hacer con Andrea.
Fui a la cocina y me hice un café. El tiempo corría muy rapido, ya eran las 8 y 15. Puse una película. No recuerdo cual era. Me dormí rápido. Soñé con un gran prado. Yo estaba sentado en el. Luego una tormenta arruino todo. Me desperté agitado. Eran las 9 de la mañana. Era un día lluvioso.
Se me hacía tarde para llegar al trabajo. Me aliste rápido y ya estaba dispuesto a ir. Sono el teléfono justo cuando iba por la puerta. Pensé en dejarlo timbrar, pero tal vez era algo importante. Después de todo, llevaba 3 días sin que nadie supiera nada de mi.
-¿Aló?-Conteste con apuro.
-Hola-Me contesto una voz femenina.
Paso un pequeño tiempo tiempo antes de que reconociera de quien era la voz. Era de Andrea.
-¿Que sucede?-Le dije de forma muy seca.
-¿Que te sucede a ti? Te vas sin decirme nada y luego no me dices como llegaste. Te pudo haber pasado algo terrible-Me dijo un poco furiosa.
-Lo siento. Es algo complicado-Hice una pausa para pensar lo que le diría. Me tomo por sorpresa la llamada-. Lo que pasa es que ya no nos podemos ver.
-¿Que?¿Por que?-Me dijo con un tono de tristeza.
-Como te dije, es complicado.
-¿Al menos tendrías la decencia de decírmelo en la cara?-Me dijo de nuevo furiosa.
-Esta bien.
Le dije que nos viéramos a las 7, una hora después que yo llegara a mi casa. Le di mi dirección, colgué y salí hacía el trabajo. Todo el día estuve distraído; No paraba de pensar que haría o le diría a Andrea cuando la viera.
Ya eran las seis y cuarto. Había llegado del trabajo menos cansado de lo normal. Se me paso el tiempo cocinando y escuchando música. Oí el timbre y sentía que todo se derrumbaba, que no había vuelta atrás. Olvide todo lo que estaba haciendo. Abrí la puerta, sabiendo lo que me esperaba al hacerlo. La vi. Hay estaba, parada frente a mi, hermosa como la recordaba. Se me hizo un nudo en la garganta.
-Hola....-Dijo ella con la mayor inocencia.



Otra vez, volvía en mi, en mi inmundicia actual. Seguía arruinado, aunque los recuerdos equilibraban mi balanza emocional. Decidí abrir el cajón de las fotos. Quería verlas de nuevo. Vi la carta de Andrea. Me quede observándola con nostalgia, hasta que vi lo que decía atrás de ella. "26/11/12- Nuestro lugar especial". Ese día era hoy. Y era la letra de..... Carajo. Hoy era lo de..... Mierda. Me puse lo primero que encontré y salí de la casa. "Ojalá no sea tarde aún", Dije para mi mismo.


viernes, 13 de julio de 2012

Lipstick Lullabies-Capitulo 3-La fiesta

Tal vez estaba dormido, borracho o muerto. No podía decirlo a ciencia cierta. Me vi a mi mismo hace tiempo. Era tan ingenuo, tan lleno de vida, tan feliz. Al parecer me había venido a la memoria el recuerdo del pasado 28 de Noviembre. Estaba con Nicolas y Tomas en la casa del primero. Entraba en la tarde, más preciso en el atardecer. Estábamos dando los últimos toques a una fiesta que llevábamos preparando. Una fiesta de reencuentro con los viejos compañeros del colegio. Recuerdo que la noche anterior había peleado con Laura. Ya era una costumbre desde hace un tiempo, pero esta vez la cosa era un poco seria. Quería tomarme un par de días para descansar de ella y pensar un poco.
A eso de las 7 de la noche, estaba todo preparado. La gente ya estaba adentro, disfrutando de la fiesta.
Aunque pensaba en Laura con un poco de rencor, no podía evitar sentir tristeza por nuestra pelea, después de todo la amaba. La gente estaba embriagada por sus humos, por los olores que iban de aquí para allá, por la alegría juvenil, por la locura temporal. Yo no me sentía de ese modo. Me sentía triste, perdido, solo sin Laura. Me hice en una mesa apartada de la gran casa de Nicolas con una botella de Vodka. Ya me estaba quedando dormido cuando oí a alguien.
-Hola-Me dijo alguien que estaba justo adelante de mi.
Abrí un poco los ojos y vi a una chica. Esta justa al frente mio. Tenia el pelo rojo, planchado. Ojos cafés claros. Tez blanca. Una chaqueta de cuero negra y uno pantalones del mismo color. Tenía también una pequeña expansión en la oreja derecha. Su cara se me hacía conocida, aunque seguía sin recordarla. Tal vez la había visto en el colegio, pero nunca darle importancia. Era extraño ya que ella era bella.
-¿Estas bien?-Me dijo de una forma muy cariñosa-, Te veo desanimado.
-Hola- Respondí un poco apenado por responder tarde-, No pasa nada.... Simplemente estoy un poco pensativo.
-No deberías estar así- Dijo mientras se sentaba al lado mio-, Después de todo es una fiesta.
-Cierto- Le dije acompañado con una pequeña risita-, Perdón por la pregunta pero, ¿Quien eres?
- ¡Oh! Lo siento. Me llamo Andrea.
Ya empezaba a recordarla.  Se llamaba Andrea Rodriguez. Era de un curso más arriba del mio. Antes era un poco menos atractiva.  No era que nos conociéramos mucho pero si sabía de su existencia.
Ella se sirvió un poco de Vodka.
-Entonces-Hizo una pequeña pausa-, Cuéntame que te tiene así.
Y así empezó la noche. Le conté de mis problemas con Laura, de mi nuevo trabajo, de mi nuevo departamento. Ella me contó acerca de su vida en el colegio y fuera de el, de su vida, de sus gustos.
Cada vez la noche envejecía y el alcohol se nos subía cada vez más a la cabeza. Salimos a bailar. Fumamos un poco de hierba que ella traía. Miramos la luna mientras hablamos hasta que de un momento a otro empezamos a besarnos. Aunque en ese momento estábamos locos y estaba con Laura, no me arrepiento de lo que hice esa noche.
Volvimos a nuestra mesa privada, nos sentamos y empezamos a contarnos historias locas el uno al otro. Al final, terminamos abrazados, dormidos, mientras que la fiesta daba sus ultimos suspiros.
Los ruidos de la ciudad terminaron despertándome. Eran las 12 o más tarde. Tenía un ligero dolor de cabeza por la resaca producida por la noche anterior; Aunque extrañamente me sentía feliz por volver a ese excelente recuerdo.
Abrí las persianas y la ventana para dejar entrar un poco de rayos de sol y un poco de viento. Simplemente me sentía bien.......

miércoles, 11 de julio de 2012

Palabras Olvidadas.Cuentos Aleatorios. 1

"Es más ciego el que puede y no quiere ver"-Por: Michelle. 

Ingenuamente caí en su juego, sí ese que nunca quise aceptar que existía. Hasta hoy. Por fin, por fin me doy cuenta de la clase de basura que es.  Me tomo tiempo aceptarlo. No sé si era porque tenía esperanzas con él, porque vi algo en él que en ninguno veía, ó porque con palabras  y acciones me enamoró. Dicen que el amor es ciego, pero ciegas son las personas que por pendejas no ven la realidad de las cosas. Las veía, pero algo no me dejaba aceptar lo obvio. Algo que me torturaba de una forma extraña y me impedía pensar las cosas con claridad. ¿Qué era eso?
Fui como una rosa que esperando agua se fue secando por falta de esta, hasta quedar sin vida. Seca de tanto estar bajo la luz del sol esperando algo que jamás llego, con los pétalos regados en el suelo ya que; poco a poco se fue destruyendo. Ahora, lo único que queda es un tallo. Roto como un corazón desilusionado y negro como las cenizas que quedan después del fuego.
Me encuentro entre engaños, falsas promesas y esperanzas perdidas. No sé que hacer, si ponerme a llorar o ir y pegarle una cachetada (ganas no me faltan). Después de todo lo que había y ya…ya no hay nada. Sólo un corazón roto, una ausencia de uno en él y melancólica.
Con una lagrima cayendo en mi rostro, desvaneciéndose en los labios que alguna vez fueron rosados por los suyos. Recuerdo cada sonrisa, cada mirada, cada palabra, cada beso, y… todo. Pero todo fue un engaño. Una fantasía que se perdió en el aire y que jamás regresara.
No quiero verlo, recordarlo, pensarlo, desearlo y extrañarlo. Pero, es lo único que puedo hacer…

lunes, 2 de julio de 2012

Lipstick Lullabies Capitulo 2-Recuerdos

Me sentí feliz por haber sacado un problema que no me dejaba pensar, además aguantar la tentación de volver a caer en la trampa, tal como un borracho vuelve a la bebida; Pero, aunque suene extraño, me sentía un triste por el hecho de que en parte la extrañaba y que con su llegada volvieran los recuerdos más profundos, con su engañador aroma, con sus ojos........
Era una noche fría (al contrarío de todo el día) y estaba lloviendo. Estaba de vuelta en mi deprimente cuarto. Había salido un momento a comprar vodka y una cajetilla de cigarrillos con los pocos fondos que me quedaban de mi anterior trabajo. Me saludo la Diana Martinez, mi vecina de 23 años. Traía un poco de pan bajo su sombrilla de patos. Me invito a pasar un rato a su casa, dije que no, que tenía un encuentro importante hoy. Nos despedimos y ella entro a su apartamento.
Empece a tomar directamente de la botella. Vi que el tazón de Henry (Mi gato) estaba vació. Me dio pereza irle a servir agua. Le serví un poco de Vodka y que se jodiera si no le gustaba. Casualmente empezó a tomar. Mi gato era genial. Puse un poco de Pink Floyd en la vieja computadora y empece a examinar mi cuarto. La luz de la luna entraba por la ventana que estaba en la pared occidental. Era luna llena y la noche estaba despejada. Unas pocas estrellas se atrevían a desafiar a la luna en el firmamento. Mire los diferentes Stenciles que habían en mi cuarto. Hace dos años cuando compre el apartamento los hice junto con Nicolas. El era el que me había enseñado a hacerlos. Tiempo que no veía con el. Prácticamente desde que salimos del colegio. El Stencil que más me gustaba era el de Alex de La Naranja Mecánica.
Estaba mi viejo televisor que solo utilizaba para ver uno o dos partidos de futbol y una que otra película. Todo olía a muerto, a destruido, ha vuelto mierda. Habían muchas botellas y latas de alcohol en el suelo. Siempre había dado pereza recogerlas. También estaban mis notas y cuentos vagabundos por hay en hojas de blog. Nunca las leía después de hacerlas. Estaban mis libros de Cortazar, Onetti, Poe, King, Marquez y Benedetti regados y confundidos con toda la basura.
Tome un gran trago y vi un resplandor en una de las esquinas del cuarto. No pude distinguir que era a plena vista con la poca luz que tenía. Me acerque un poco para ver que era. Era un baúl. 
Vi el baúl e intentaba recordar como había llegado allí o que tenía. No tenía candado y era chiquito. Era negro con marcas rojas en formar de flores. Yo no las había hecho. Era un poco malo para todo lo que fueran artes plásticas. Lo abría por pura curiosidad. No se podía ver nada a simple vista pero así que arrastre el baúl hacía la luz de la luna para ver que era. Estaba sonando "Wish You Were Here".
Eran fotos. Fotos tomadas desde la cámara instantánea que me había regalado Laura. Eran de el tiempo cuando eramos amigos, antes de que todo se fuera a la mierda. Eran de un día que la invite al parque de cerca a mi casa (En ese entonces, la de mis padres). Ella saltaba y jugaba con el viento mientras le tomaba fotos a petición de ella. Luego ella pidió que nos tomaran una foto mirando el horizonte. Luego de la foto me beso y me dijo: 
<<Que nada salga de aquí. Que lo que sientes, que lo que te jode, que lo que piensen quede entre nosotros, el sol, las nubes, los arboles y el horizonte que nos acusa>>. La lluvia aumentaba y un relámpago me saco del recuerdo.
Empece a buscar más fotos y encontré unas diferentes. Era solo yo en el cuarto. Destruido, aburrido, desnutrido, borracho y loco. Eran 5 fotos en las cuales aparecía yo de diferentes formas con esas inscripciones abajo de la foto en si. Eran de la semana después que hablara por ultima vez con Laura. 
Más abajo aún habían unas fotos de Andrea y yo. Ella era linda, pero lo que más me gustaba de ella era su personalidad. Me encantaba hablar con ella mientras veíamos el atardecer en su terraza.
Sono un golpe seco en la casa de al lado. Al parecer se le había caído algo a Diana. Lo importante es que había perdido el hilo de mis pensamiento. Guarde todo pero me percate que había algo al final que no había visto. Una carta. La abrí y decía en labial : "No me olvides 19-11-11". Lo había escrito Andrea. Lo reconocía por el labial color escarlata que ella utilizaba. "Nunca lo haré" Pensé para mi mismo. 
¿Y la fecha? Era la fecha en la cual todo se arruino. Era un recordatorio de ella al ver todas las fotos.
Maldita sea. Como la amaba.
Cerre todo y lo deje en su lugar original. Al final decidí embriagarme mientras miraba la luna.