viernes, 24 de enero de 2014

2. Atardecer.

     La siguiente historia trata en un tiempo diferente, las heridas de guerra enseñan experiencias pasadas, que ayudan a forjar. Es una historia más profunda, ya que no sé su estado. Todo es confuso, y miro el techo pero no encuentro una respuesta confortante. No sé que sentir, ni sé que hacer. Abrir mi corazón y buscar que sea cierto lo que siento, y que alguien más lo crea es lo único que me importa. Ya he guardado muchas cosas, y siento que mis nubes no pueden aguantar más agua, y la tormenta caerá, entonces necesito contar la historia.
     Es una chica hermosa, inteligente, independiente, revolucionaría, despeinada, considerada y más que eso, ella es una persona bellisima tanto por dentro, como por fuera. No sé cuando la empecé a querer, pero creo que fue cuando en un largo viaje, lejos de todos, recibí el mensaje de la única persona que me podría salvar: ella. Apenas llegue, la busque y lo que encontré fue su hermosa sonrisa, acompañada de un cariño inigualable, que en la luz de la noche hacía resaltar más su belleza. En ese momento caí completamente de mi limbo a mi cielo personal, en el cual pensé conocer el amor, pero no lo hice por mis complejos. Las cosas se volvieron turbias después de un tiempo, supuse que ella no era para mi sin ni siquiera intentar, como sí un pintor dijera que su obra fracasará sin siquiera haberla pintado.
     Cuando supe que ella era muy especial para mi, y que tenía que decir simplemente "No te vallas", no lo hice. Solo miré por mi ventana, me embriague y dedique esa noche a ella. Cuando dije todo, cuando me abrí completamente, ya era muy tarde, y cualquiera de mis intentos fueron en vano, por lo cual me trague todo y me limité a esperar. "No te vallas". Me hundí en mi infierno, no sabía que era lo quería, me dedique a las drogas para hacerme sentir mejor, a las fiestas de noches completas para no pensar, y luego a llorar cuando no podía soportar más los recuerdo que se amontonaban en mis pensamiento, haciendo que cada vez fuera más difícil sobrellevar todo, pero eso es otro capitulo y otra historia.
     Lo único quería decir es que soy un imbécil, y arruine todo, unas simples palabras en una noche fría fue suficiente para que no quisiera hablar, o eso es lo que siento. Tal vez sea otro de mis teatros, tal vez esté alucinando, solo quiero que sepa la verdad. A pesar de todo lo que dije, es más porque este no es el momento para decir todo, para abrirme completamente sin tapujos, porque ya antes hemos demostrado que cualquier cosa por medios alternos no funcionan para nada. Este no es el momento, pero no quiero perderle. Simplemente estaría devastado sí eso ocurriera. Ella es  especial, y no puedo agradecer todo lo que ha hecho por mi.
     Solo quiero decir algo para culminar todo este capitulo: Este presente no es para nosotros, pero me encantaría un futuro. Esperaré.


1. Amanecer.

      Lo que escribiré a continuación no son historias de finales felices, de finales concluidos o algo que me deje satisfecho, más que eso es un punto de vista para el lector, un punto de vista más melancólico del amor, el deseoso, el imaginativo y el tímido. Abriré mi corazón con palabras, derramaré mis memorias en estas paginas y ahogaré los sentimientos que aún me amenazan. La veracidad de estas palabras quedan a la imaginación del que las quiera creer, pero me gusta más dejar la intriga de sí es cierto o no lo es. Les contaré 3 historias, una historia más inquietante que la anterior, o depende de como la sientan. Disfrútenla.
     Su humilde servidor, Daniel.

     Nunca fue lo que se puede llamar el ejemplar de la sociedad, nunca me vendí a lo que prentendían, vivía en mi mundo, haciendo mis reglas y viendo a la gente desde mi punto de vista, en el cual era más feliz. Al no ser como los demás, nunca fui el chico lindo ni el más intrigante, solo me acercaba a la gente que le gustaba descubrirme, y los demás simplemente me daban igual, por lo cual nunca llegue a desarrollar habilidades sociales muy avanzadas, las chicas no me querían y la verdad me daba igual: yo era feliz con mi soledad.
      Yendo al grano, y más que explicar algunas razones por la que llegué al punto en el que estoy, quiero empezar con lo que podemos llamar el punto de inicio en las decepciones próximas. Conocí a esta chica, ella estaba en una etapa de su vida, y yo en la mía. Nos conocimos en una situación extraña, pero me encanto su actitud, sus gustos, todo de ella me embrujo en aquel tiempo a tal punto de que por primera vez quise a alguien de verdad: por primera vez estaba enamorado. Soy una persona que piensa mucho las cosas, que lo hace tanto que tiene miedo de arriesgar para ganar más, por lo cual me trague todo y desarrollaba mientras tanto un sentimiento que crecía lentamente, a tal punto que llegue a explotar en un remolino de emociones cuando supe que ella no sería nunca mía, por eso me hundí por un tiempo en mi propia tumba que había llevado cavando desde que decidí dejar todo adentro.
      Los años pasan, y cada día que pasa nos hacemos más sabios y viejos, para bien o para mal. Al final logré sobrellevarlo a tal manera que mis sentimientos ya no eran útiles, pero las cicatrices dolían de vez en cuando cuando algún viento soplaba. Cuando ella me beso, en aquel noche inolvidable, no supe que hacer con mi pasado ya sepultado, pero al final no fue mucho problema, solo un pequeño recordatorio del frío sentimiento de soledad. Al final me hice una idea equivocada, e intente llevarlo por la senda correcta, dejando todo a un lado, dejando salir mis pensamientos, pero al final eché todo al basurero, y en vez de intentar recuperar los momentos lindos e intentar pegar los pedazos rotos de alguna relación de mucho tiempo atrás, voltee la vista y camine al futuro, de una forma tan cínica que en este momento me da asco.
      En estos momentos, en las que mis demonios aquejan, y siento que las cicatrices necesitan algún calmante, pido perdón por mis errores pasados, dejando atrás cualquier intento de seguir adelante como una persona inmadura: ignorando mi pasado y sin afrontarlo como mi corazón lo dice. Sí quiero ser algún día la persona que me imagino, la persona sin miedos, la persona que viva su vida celebrando cada día, con una sonrisa melancólica en la cara y un cigarro al aire, necesito cerrar capítulos, pero también saber cuando abrir uno que no ha termina y que no quiero terminar.
      Pido perdón y espero redención.
      Solo espero, espero y espero......

Mañana

"Es tan lindo saber que usted existe,
uno se siente vivo,
y cuando digo esto, 
quiero decir contar,
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco, 
no ya para que acuda
presurosa a mi auxilio, 
sino para saber, 
a ciencia cierta, 
que usted sabe
que puede contar conmigo..."
-Mario Benedetti. 

  En las calles llueven, y en mi cabeza truena. La noche es joven pero mi corazón me hace sentir más agotado de lo que puedo creer. Los recuerdos me atormentan, y extraño épocas pasadas, y más que eso  extraño a una persona de aquellas. Siento que el problema soy yo, que aunque me encarne en algo siempre terminare decepcionandome a mi mismo. Cuando intento hacer algo, a veces me frustro y muero en en el transcurso. Tengo miedo de mi mismo, soy impredecible, una persona mala pero tu has llegado a ese punto sin salida, una estrella que alumbra fuerte en mi firmamento, aunque estés a kilómetros de mi, inalcanzable.
     Aveces digo cosas que no sé que me ocurre, y lo de está noche fue una de ellas. Hago la cosas por impulso, y no pienso bien. Mi cabeza esta llena de humo y la lluvia me ahoga lentamente. Nunca podría olvidarte, solo no quiero distanciarme de ti, y aunque aveces no sea el mejor en ello, no me gustaría separarme de ti. Como te dije, todo es perfecto, pero se siente como sí le faltará algo: tu.
   Aunque no confié en mi, y sienta el terror en los huesos, de que alguna vez sienta debilidad de mi mismo, y termine arruinándolo, me gustaría saber que estarás ahí, me darás un golpe en la cara y me sonreirás, y yo me revindicaré o moriré en el intento, y quiero que sepas que eres muy especial, y que las palabras no alcanzan para darte las gracias por todo lo que me has hecho descubrir, y por todo lo que me has enseñado tanto de la vida como de tu hermosa persona.
     No sabía de que otra manera pedir perdón, y aunque mis excusas suenen falsas, aparte de que lo arruine todo en unas simples frases, quiero decir que nunca me perdonaría perder a una persona como tu, que solo se encuentra una vez en la vida.
    Solo quiero que recuerdes una cosa hasta el momento indicado: Todavía no es el momento.


jueves, 2 de enero de 2014

Las cosas como van.

     "Sonrieme por ultima vez"

     Me desperté agitado, empapado en sudor, con el corazón embravecido y un total desconocimiento de mi mismo. Me mire mis manos, intentando entender la situación y me volví a recostar en mi almohada. Estaba totalmente agotado, pero no creía que podía volver a conciliar el sueño. Hacia un tiempo atrás que no podía dormir bien hasta la madrugada, mas o menos cuando las primeras aves se despiertan cantando sus comunes melodías. A la vez era una ventaja y una desventaja, ya que aunque al día siguiente no tenía mucha energía, podía obtener en ese espacio nocturno una soledad absoluta en la cual podía dar rienda suelta a mi pensar, a mi arte, a mi auto critica. Encontraba la madrugada como un momento de descubrirme, de dejar salir mis profundos secretos, de decir mis inconformidades y arrepentirme de mis errores. Otra cosa que llego con el insomnio es un recurrente sueño que me hace despertar en horas de la mañana el cual, aunque nunca logro recordar de que se trata, contribuye a que mi descanso sea mucho menor. 
     Me restregué la cara con las manos y acaricie mi oscuro cabello. Mire hacia los rayos solares que entraban por la persiana y me deleite con el sonido de las aves en el patio. Era un nuevo día, un nuevo despertar, mis problemas nocturnos desaprecian con la esquiva luna. Cada vez que sentía un día nuevo fluir me convencía de que era feliz y que mi vida era espléndida, pero por la noche intentaba darme pruebas de que los problemas solo eran tapados por un manto de mentiras, de desesperación, de desamor y pensamientos atados. El problema es que las cosas que quería, mis pasatiempos favoritos, los riesgos que me gustaba correr y las personas con las que me gustaba compartir, ya no eran cosas emocionantes ni me entretenían, hasta el punto en que las aborrecía y no quería verme involucrado en una vida que antes me encantaba. 
     Me di cuanta aquella noche, aquella noche en que la mire a los ojos, en que la cogí del brazo como si estuviera conteniendo su alma en su cuerpo, en la cual sentí que ya no era lo mismo, y tuve miedo de que ella entrara en ese cajón olvidado de gustos pasajeros. La quería mas de lo que debería y, con el simple hecho de haber perdido esos escalofríos al ver un mensaje  o una sola palabra suya,  me preocupo a tal modo que quería darme una o dos bofetadas, para quitarme la pendejada de encima y volver a quererla como antes. 
     Cerré los ojos. Limpie mi mente. Era mi mañana, y arruinarla con mis demonios no entraba en los planes. Después de todo, yo era "feliz".