sábado, 2 de marzo de 2013

¿Podrías perdonarme?

No se porque me entra la melancolía con la soledad, el porque tu recuerdo llega en estos momentos solitarios, tu voz en está casa vacía, tu cara en el techo de mi habitación. ¿Estás ahí?
Los días duros llegaron y volverán. No sé que hacer. Es duro no saber que hacer, extrañar la luna teniendo el sol. Esas ganas incontrolables de hablar contigo sabiendo que me hace mal, como amar lo que me hace mal. Eres mi vicio, que me matará, que me hace desearte. Soy un estúpido  un imbécil. Siempre encuentro la manera de cagarlo todo cuando las cosas buenas pasan. Un orgullo disfrazado de humildad, una apuñalada escondida en una sonrisa, una bomba de tiempo en un beso. No sé porque pasa pero lo termino haciendo. Eres importante para mi, aunque haga lo posible para demostrar lo contrario, lo eres. Es difícil vivir sin ti. Te extraño y te quiero, pero este frío que confundo con la soledad no me deja tenerte. 
No se cómo expresarme, ni encuentro las palabras para hacer esto más largo y emotivo pero, sí alguna vez lees esto, te quiero. Soy un imbécil, por eso te necesito fuerte; uno de los dos debe serlo. 
¿Podrías perdonarme?